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Vacían góndolas en repentino frenesí de compras

El nuevo horario del toque de queda sorprendió a de­cenas de comerciantes de juguetes que ante la impo­sición gubernamental pa­ra impedir la expansión del Covid-19 pensaron que sus mercancías se quedarían tendidas sobre las mesas y vitrinas.

Sin embargo, el pensa­miento pesimista fue deste­rrado cuando ayer los ciu­dadanos salieron en busca de los regalos del Día de Reyes, llenando las calles y comercios.

“Las ventas van muy bien, esto está bueno. No vendo más porque ya no tengo mercancía”, mani­festó Alex Kijada, quien es el encargado de una de las carpas desplegadas a lo lar­go de la avenida San Vicen­te de Paúl, justo al frente de El Mundo del Juguete” del sector Los Mina.

Kijada señaló que a pe­sar del buen ritmo de sus ventas el nuevo toque de queda significó una reduc­ción del 50% de la comercia­lización general de juguetes.

Asimismo, agregó que nunca se desanimó ya que, según dijo, “la gente siempre hace sus compras de Día de Reyes”.

Por otro lado, Ana Cande­lario no tuvo la misma suer­te que Kijada pero expresó que no se queja pues a pesar de la situación sanitaria que afecta a la República Domi­nicana y el resto del mundo, ha logrado vender “algo”.

“Vamos ahí, tú sabes”, ex­presó Candelario, al tiempo que se quejó por la reduc­ción en la venta que le ha causado el horario de toque de queda.

Juana Morel es su nom­bre, quien expresó que “es­te es el tiempo de los niños” y no pueden quitar eso.

Comercio en general
El primer fin de semana de este año 2021 estuvo mar­cado no solo por la más drástica regulación de hora­rio dispuesta por el gobier­no desde que inició la pan­demia, sino también por una ola de compradores que se volcó en los distintos supermercados para abas­tecer sus despensas.

Los anaqueles de las áreas de panadería y carnicería, las secciones de papel hi­giénico, jugos, arroz, frutas, verduras, otros abarrotes y enlatados lucían casi vacíos este lunes en algunos super­mercados del Gran Santo Domingo.

Alexandra Pineda, su­pervisora de La Sirena de la Avenida Mella, explicó que entre el pasado sábado y do­mingo tuvieron un “intenso flujo de clientes” y en conse­cuencia la tienda alcanzó el aforo máximo permitido.

La supervisora no espe­cificó la cantidad exacta de asistentes, sin embargo de­talló que esto les obligó a re­gular el ingreso del público y reducir el tiempo de higieni­zación de las distintas áreas que regularmente se hace cada 30 minutos.

Pineda señaló que “los de­jaron sin nada” por lo que en el fin de semana tuvieron que reabastecer varias veces una misma sección y para ayer algunos productos ya estaban agotados.

“Esta mañana no había ni una funda de pan”, precisó Pineda, al tiempo que resal­tó que ya están llenando las góndolas nuevamente.

Una situación similar ocu­rrió en el supermercado La Cadena, ubicado en la inter­sección de la Calle Cervan­tes y Calle Casimiro de Moya, donde una de las supervisoras de área afirmó que las expec­tativas estaban puestas ayer.

No obstante, el dinamis­mo de compras se registró en los dos días previos, sobre todo el sábado, manifestó la supervisora, quien agregó también que fue necesario auxiliarse de las filas para fil­trar la cantidad de clientes dentro del local comercial.

Arroz y pan fue lo que más se vendió en la sucursal, según dijo la supervisora.

En Santiago
El comercio se reactivó ayer en Santiago, luego de un fin de semana lento, en el que muchos establecimientos decidieron no abrir sus puer­tas debido a que el toque de queda comenzó a las 12:00 del día.

El sábado y el domingo las calles de Santiago estaban desiertas.

No obstante, ayer el am­biente cambió y desde tem­pranas horas de la mañana, muchos vehículos circulaban por las vías y los comercios lucían llenos de clientes.

Comerciantes explicaron al Listín Diario que ayer lu­nes muchas personas acu­dieron a sus negocios no pa­ra comprar juguetes, pero si para realizar otras compras que el sábado y domingo no pudieron hacer.