Trump no fue exonerado de obstrucción de la justicia
“El presidente no fue exonerado de los actos de los que se acusa”, declaró Mueller en la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, al inicio de una audiencia sobre su investigación en torno a los lazos entre la campaña de Trump y Rusia.
El gobierno de Rusia perpetró la injerencia porque creía que se beneficiaría con la elección de Trump, dijo Mueller.
Cuando uno de los legisladores le preguntó si, según la investigación, el gobierno ruso percibía que habría un beneficio con la victoria de uno de los candidatos en las elecciones del 2016, Mueller respondió “sí”.
¿Cuál candidato?, se le preguntó.
“Ese sería Trump”, contestó el investigador.
Las comparecencias son las primeras de Mueller desde que concluyó su pesquisa hace unos meses y representa un espectáculo extraordinario: un fiscal discutiendo en público la investigación penal que él condujo sobre un presidente en funciones.
Las audiencias ocurren en medio de una áspera polarización política en el Congreso y en el país en general, y queda por ver si el testimonio cambiará las opiniones sobre Trump y sobre la necesidad de iniciarle un juicio político.
Los demócratas expresaron esperanzas de que las audiencias de Mueller ofrecerán revelaciones más allá de su reporte escrito y debilitarán a Trump políticamente.
Sin embargo para el mediodía Mueller no había ofrecido ninguna frase lapidaria que pueda marcar la diferencia en el debate público sobre la controversia. Aun así, fue tajante al responder preguntas sobre los temas más acuciantes.
Al comienzo de la audiencia, el presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, el demócrata Jerrold Nadler, le preguntó a Mueller: “¿Usted en algún momento exoneró totalmente al presidente?”
“No”, respondió Mueller.
Los republicanos, por su parte, inmediatamente defendieron a Trump y enfatizaron el hecho de que la investigación no halló una conspiración entre el gobierno ruso y la campaña de Trump.
“Esos son los hechos detallados por el reporte Mueller. Rusia interfirió en las elecciones del 2016”, declaró el representante Doug Collins, el republicano de mayor rango en el panel. “El presidente no conspiró con los rusos. Nada de lo que escuchemos hoy cambiará eso”.
Mueller se defendió enérgicamente ante los ataques de los republicanos, quienes insinuaron que la investigación estuvo parcializada en contra de Trump. El investigador dijo que no cree que los legisladores jamás han visto “un reporte tan exhaustivo, tan balanceado, tan coherente como el reporte que tenemos enfrente”.
Mueller varias veces ofreció respuestas escuetas a las preguntas de los legisladores, o se refirió a lo que está escrito en su reporte. En ocasiones pareció titubear o pidió que le repitieran la pregunta.
Cuando se le preguntó por qué no investigó el “dossier” que según los republicanos llevó al inicio de la pesquisa, contestó que esa no era su misión.
“Eso estaba más allá de mi autoridad”, respondió Mueller.
Mueller por otra parte afirmó que un presidente puede ser encausado después de dejar el cargo.
El investigador explicó que las normas del Departamento de Justicia le impedían iniciar un proceso penal contra Trump mientras ostentaba la presidencia y por ende “una de las herramientas que usualmente están disponibles para una fiscalía, en este caso no lo estaba”.
Por otra parte, rechazó la afirmación de Trump de que Mueller fue rechazado como candidato para director del FBI.
El fiscal especial dijo que habló con Trump sobre el cargo de director del FBI antes de que se le encargara la investigación sobre Rusia, pero “no como candidato al puesto”.
El entonces asesor presidencial Steve Bannon ha dicho que si bien la Casa Blanca invitó a Mueller a hablar con el presidente sobre el FBI y consideró la posibilidad de ofrecerle ser nuevamente director de esa agencia, Mueller no vino en busca de empleo.
Trump tuiteó el miércoles que “hay muchos testigos”, entre ellos el vicepresidente Mike Pence, que pueden decir que Mueller pidió el cargo y fue entrevistado pero fue rechazado.
Alyssa Farah, vocera de Pence, dijo a la AP que el vicepresidente “estaba en la Oficina Oval cuando Robert Mueller fue entrevistado para ser director del FBI en mayo del 2017”.
Mueller ya antes había advertido que no dirá más de lo que ya está plasmado en su informe. Y el Departamento de Justicia le ha advertido que debe mantenerse dentro de esos parámetros, lo cual le da él una razón para negarse a responder cualquier pregunta incómoda.
El martes, los demócratas accedieron al pedido de Mueller de tener a su lado a su principal asesor, Aaron Zebley. Zebley no será juramentado ni contestará preguntas ante la comisión de asuntos jurídicos, pero sí ante la comisión de inteligencia, dijo una fuente.
Trump denunció el proceso en unos tuits matutinos, quejándose de que “demócratas y otros” están inventando acusaciones contra “un presidente muy inocente”.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, ha dicho claramente que por ahora no buscará una impugnación del mandatario. Sin embargo, el testimonio de Mueller podría revelar detalles de conducta ilegal por parte del presidente.
Los allegados de Trump desestimaron las audiencias.
Donald Trump Jr las calificó de “un desastre” para los demócratas y Eric Trump se quejó de “acusaciones falsas” de los demócratas.
La ex vocera de la Casa Blanca Sarah Sanders afirmó que la audiencia es prueba de que la investigación fue dirigida por demócratas para perjudicar a Trump.
Kellyanne Conway, actual asesora del mandatario, tuiteó simplemente “Que le quiten el micrófono”.