Se afianza el Islam en Santiago
La proliferación de turistas y de la diáspora de otros países que ha experimentado República Dominicana, trae consigo un enriquecimiento de culturas, creencias y enseñanzas foráneas, que van dejando sus matices en el territorio nacional.
Tal es el caso de las religiones que se van introduciendo a través de extranjeros que comparten su fe con dominicanos que sienten “la curiosidad de buscar a Dios fuera de lo que ya conocen”. Así lo afirma Eddy de Jesús Rodríguez, un santiaguero que tiene 5 años en el Islam, congregándose en la mezquita “Nur Al-Din”.
Esta se encuentra en el centro de esta ciudad, en el segundo nivel de un edificio en la calle Independencia, siendo la primera en la región Cibao, y desde donde nace el interés de construir otras en La Vega, San Pedro de Macorís y Santo Domingo.
Dividido por una cortina el espacio de oración de las mujeres, y cubierta toda la mezquita de una gran alfombra roja con figuras triangulares en dirección a la Meca, que especifican al creyente en qué posición colocarse para rezar.
Antonio Liz, odontólogo e Imam o imán de la mezquita “Nur Al-Din”, cuenta que “el Islam, más que una religión, es un estilo de vida” y la idea de una mezquita surgió luego de él ingresar al Islam en 2003, por curiosidad, tras conseguir una copia del Corán y convertirse a la religión. Cuenta que pasado un tiempo, se integraron 3 personas más y comenzaron a utilizar el espacio trasero de su oficina, como sitio de oración aproximadamente por un año.
Posteriormente, en enero de 2010, alquilaron la segunda planta del edificio, y con ayuda de hermanos religiosos, la acondicionaron para ser la mezquita donde actualmente operan.
La población de aproximadamente 140 personas que hoy se congrega, de acuerdo al doctor Liz, fue creciendo a través de la “shahada”, es decir, el testimonio de fe, que va integrando al individuo al Islam, siendo los viernes el día con mayor asistencia a la celebración que realizan a la 1:45 pm.
Según el Imán, en la mezquita de Santiago, se reúnen a parte de los musulmanes dominicanos, extranjeros de Francia, Palestina, Líbano, Estados Unidos, India, Pakistán, Kekistán. Explicó que una vez que lograron conseguir mucho material en español que no existía, así como la copia del Corán, lo colocaron en todas las bibliotecas públicas y de universidades de Santiago, para que la gente interesada lo obtuviera con facilidad. Comparte, que el interés de los dominicanos en convertirse a su religión, surge de que “el Islam de por sí, produce mucha curiosidad por ser desconocido, además, es donde nacen muchas de las cosas que hoy día tenemos, incluso ese celular viene de los algoritmos, y los algoritmos fueron sacados del Corán”.