Puerto Rico admite errores en manejo de casos de COVID-19
El nuevo secretario de Salud de Puerto Rico, Lorenzo González, reconoció el miércoles una serie de errores que el gobierno ha cometido mientras la isla se prepara para alcanzar cresta en casos de COVID-19.
González, que es el tercer secretario de Salud en ocupar el cargo en un lapso de dos semanas, dijo que los errores incluyen la falta de seguimiento de contactos y el rastreo inapropiado de aquellos que han dado positivo al nuevo coronavirus.
“El proceso fue deficiente”, comentó González. “Nadie en esas líneas de comando hizo lo prudente”.
El secretario añadió que dos hospitales, incluido uno que había sido designado para recibir a pacientes de coronavirus, serán investigados y multados por rehusarse recientemente a aceptar a un paciente que presentaba síntomas de COVID-19.
Puerto Rico ha reportado más de 280 casos confirmados y 11 decesos.
González advirtió que la isla sigue esperando artículos, incluidos respiradores y equipo de protección, y señaló que compite con la parte continental de Estados Unidos: “No hay ninguna garantía de que… esos equipos lleguen”.
La falta de equipo de protección se ha vuelto un tema de preocupación para la policía a lo largo y ancho de la isla.
Puerto Rico cerró el miércoles su quinto cuartel policial en una semana, despertando temores sobre la capacidad del territorio estadounidense para responder a la crisis del coronavirus, mientras los agentes acusan a las autoridades de exponer al virus a uno de los departamentos de policía más grandes de Estados Unidos.
Más de 150 agentes están en cuarentena en medio de un toque de queda vigente por un mes que ha cerrado las playas, parques y negocios no esenciales.
“No es justo que siga el gobierno arrastrando los pies. ¿Qué quieren? ¿Que nos quedemos sin policías?”, dijo Gregorio Matías, vicepresidente de un sindicato de policías que exigió más equipos de protección.
La primera estación policial que cerró fue en el destino turístico de Rincón, donde una mujer de 42 años, esposa de un agente de policía, falleció a causa del COVID-19. También fueron cerrados los cuarteles policiales de Aguas Buenas, Caimito, Moca y San Germán.
Matías señaló que el sindicato pidió equipos de protección hace dos meses, pero no los ha recibido.
“Somos carne de cañón”, aseveró.
En tanto, el comisionado policial Henry Escalera comentó a The Associated Press que los agentes cuentan con productos como guantes y gel desinfectante de mano, y que su departamento aguarda el envío de otros suministros que le permitirán repartir 30 mascarillas a cada agente, además de trajes protectores.
“Hay una escasez”, señaló. “Esperemos que lleguen. Son cosas que pasan y esperamos que (los casos) no sigan aumentando”.
Puerto Rico también cerró un centro de llamadas de emergencia, una estación de bomberos en la capital, una oficina de atención a emergencias y una oficina municipal de manejo de emergencias.
Los críticos exigen que el gobierno investigue con quién han estado en contacto los agentes, incluidos reclusos y fiscales, alertando que el virus podría haberse propagado de manera más amplia que lo estimado debido a que la policía ha arrestado a cientos de personas que violaron el toque de queda, que es uno de los más estrictos en cualquier jurisdicción de Estados Unidos.