Puerto Plata: 4 días bajo la mira pública
Puerto Plata cumple hoy, jueves, cuatro días bajo la mira del país, que está atento al comportamiento de los ciudadanos y autoridades de esta provincia, a raíz del cordón epidemiológico y los controles establecidos en las vías de acceso local para evitar contagios del coronavirus, aplicados con más rigor tras el multitudinario acompañamiento al “Peregrino de Villa Altagracia”.
El cordón epidemiológico y la presencia de Rafael Sánchez Cárdenas, ministro de Salud Pública, el martes en esta provincia, por un lado, los controles en vías de acceso y la aparición de Rubén Paulino Sem, ministro de Defensa, en la base aérea de Puerto Plata, marcaron la pauta de cambios y medidas impuestas a los puertoplateños.
Ese mismo día, en horario matutino, cuando todo estaba listo para la implementación de las medidas oficiales, en el túnel que da la bienvenida a esta provincia norteña no se registraba ninguna novedad, e igual ocurría en los municipios Altamira, Imbert y Maimón.
Mientras un equipo de Listín Diario avanzaba a esas horas por la avenida Monumental, que atraviesa a toda la provincia, los munícipes, con mascarillas de diseños cada vez más originales, salían de sus residencias sin restricción y algunos abrían negocios ofreciendo café, panes y desayuno a desvelados camioneros que madrugaron para trasladar, en su mayoría, alimentos y productos básicos.
Ya en plena ciudad de Puerto Plata, los alrededores y sus vías simulaban las actividades cotidianas, al menos entre las medidas permitidas en medio del azote del Covid-19, con toda normalidad.
José Torrón, un motoconchista que se percató de la llegada del vehículo de este diario, se acercó, con un aire de curiosidad al ver un periódico de circulación nacional en la zona. “¿Están detrás del peregrino?, preguntó Torrón, que luego comentó sobre cómo ocurrió todo aquí con el caso del peregrino, y hasta de “cómo son realmente” los puertoplateños.
“Ese peregrino nos dejó mal parados, pero la verdad es que el 80% de la gente siempre usa mascarilla. Nosotros aquí nos cuidamos, pero ese hombre nos dejó mal parados”, explica.
Unas horas más tarde, cerca del mediodía, teniendo ese evento como precedente que desencadenó una ola de cuestionamientos a esta provincia, Sánchez Cárdenas iniciaba su rueda de prensa en la que fue preguntado sobre la falta de policías, controles y, en general, de las medidas que se había anunciado para implementar aquí.
“Yo no sé ustedes, pero yo, de camino para acá, vi puros policías y retenes”, aseguró el ministro desde la sede de la Dirección Provincial de Salud Pública.
Cómo si sus palabras fueran una varita mágica, una vez concluida la rueda de prensa, así como unas declaraciones que ofreció el ministro Paulino Sem, la ciudad se transformó. Agentes de la Policía atravesaron sus vehículos en las vías de entrada y salida a la ciudad, así como en los accesos al mercado, el muelle y otras zonas de gran flujo.
A las 4:30, faltando 30 minutos para el toque de queda, las calles se vaciaron, los negocios cerraron y la gente se trancó en casa. Todo aquel que no tuviera una autorización que justificara su presencia en las calles, era detenido.
A las 5:00 de la tarde ya Puerto Plata era ciudad fantasma, con el constante asecho de las autoridades en caso de aparecer cualquier infractor.