Deporte

Otra vez falta un año para Juegos de Tokio

Falta un año para la in­auguración de los Juegos Olímpicos de Tokio… otra vez. Y ahora, casi nadie se mostró deseoso de cele­brar el hito.

Hace exactamente un año, muchos estaban en cambio expectantes en la capital japonesa. Luego, la pandemia de COVID-19 obligó a posponer los Jue­gos Olímpicos al 23 de ju­lio de 2021.

En 2019, cuando co­menzó la cuenta regresi­va de un año, hubo un es­pectáculo pirotécnico en la Bahía de Tokio, y varias celebridades locales pre­sentaron los diseños de las medallas en un espectácu­lo de coreografía perfecta.

No hubo nada de eso ahora.

Los organizadores reali­zaron el jueves un evento de 15 minutos, sin públi­co, dentro del nuevo esta­dio nacional. Exhibieron un video para promover la inauguración programada para el año próximo.

Recordaron también que la llama olímpica es­tá en Japón desde marzo, si bien permanece oculta. El acto discreto en una jorna­da lluviosa reflejó perfecta­mente el cambio en el áni­mo nacional respecto de los Juegos Olímpicos.

Hace unos días, la agen­cia japonesa Kyodo reveló los resultados de una en­cuesta, que coincidieron con las de otras recientes. Los japoneses están escép­ticos acerca de si los Juegos deberían realizarse, y du­dan de hecho que vayan a llevarse a cabo.

Posibilidad
El sondeo mostró que el 23.9 por ciento estaba a fa­vor de realizar los Juegos en la nueva fecha de 2021, un 36.4 por ciento dijo que la celebración deportiva de­bería posponerse de nuevo y el 33.7 por ciento conside­ró que lo mejor es cancelar todo.

Los organizadores y el Comité Olímpico Interna­cional han descartado otra postergación. Ésta podría desembocar de hecho en una cancelación.

“No pienso que la gente tenga expectativas felices en un evento para marcar que falta un año”, reconoció la semana pasada Yoshiro Mori, presidente del comité organizador.

El miércoles, en una en­trevista con la televisora ja­ponesa NHK, Mori fue ta­jante. Se le preguntó: “Si esta clase de situación con­tinúa, ¿es posible celebrar los Juegos?”.

“Si la situación actual continúa, no podríamos”, sentenció Mori.

No obstante, se dijo opti­mista de que surja una va­cuna que permita reducir notablemente los efectos de la pandemia.

Por ahora, Tokio apunta­ sus esperanzas de reali­zar los Juegos Olímpicos en la “simplificación”. Los or­ganizadores han identifica­do “200 aspectos” contem­plados originalmente para Tokio 2020 que ahora serán moderados o eliminados, ante los crecientes costos y el riesgo de que la festividad olímpica se convierta en un foco de infección mundial.

Distintos cálculos en Ja­pón sugieren que la pospo­sición costará de dos mil a seis mil millones de dólares. El COI y los organizadores reconocen los “costos colo­sales”, pero consideran que es muy pronto para definir una cifra.

Y ello se sumaría a los 12 mil 600 millones de dólares que Japón reconoce oficial­mente haber gastado ya en los Juegos. Un auditor na­cional ha señalado que el costo sería el doble de esa cifra.

Salvo por cinco mil 600 millones de dólares, el resto del gasto corresponde a di­nero público.

Una cancelación supon­dría poner en riesgo a Bei­jing, expuestos a cuestio­namientos a China por su historial de violaciones a los derechos humanos en Hong Kong y por el trato hacia el grupo étnico musulmán de los uigures.

 Las dudas persiguen  justa
Constante.

Lo único intocable: la cuota de 11.000 depor­tistas olímpicos y 4.400 paraolímpicos se man­tiene intacta.

¿Habrá público.
Si los hay, ¿se permitirán gente del extranjero o solamente japoneses?

Optimismo.
Ali Khan, epidemiólogo y decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Nebras­ka, cree que los Juegos se pueden celebrar.