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Mayoría de presos duerme en el suelo

La Oficina Nacional de Defensa Pública reveló que cerca del 70 % de los presos viven en hacinamiento y que la mayoría tiene problemas graves de salud, están muriendo en las cárceles y duermen en el suelo.

De acuerdo con su presidente, Rodolfo Valentín Santos, esto constituye uno de los mayores problemas del sistema penitenciario, ya que deriva en problemas graves de salud, sin dejar de lado las condiciones inhumanas en la que viven los internos.

En un informe sobre las condiciones de detención y prisión en República Dominicana,  sostiene que  los presos en su gran mayoría duermen en el suelo o suspendidos en el aire en una hamaca, poniendo ejemplo en el caso de La Victoria con unas de las tasas más alta de hacinamiento de un 70%, seguido de cárceles como Monte Cristi, La Vega, Cotuí, Nagua, Samaná, entre otras.

Detalla que las estadísticas al 31 de diciembre de 2022 señalan que en los 22 centros del nuevo modelo y en los 19 centros  de privación de libertad del modelo tradicional hay una población interna de 22,711, siendo su capacidad de tan solo 15,643, lo que indica que la tasa de hacinamiento  supera el 64%.

Explica que la mayoría de los privados de libertad con problemas de salud están muriendo en las cárceles sin ser tomados en cuenta por los jueces de Ejecución de la Pena para un cambio de régimen de cumplimiento por enfermedad o por edad, situación que calificó de preocupante.

Aduce que  a pesar de que se han dado pasos de mejoras en el sistema penitenciario, las condiciones en que se encuentran la gran mayoría de los privados de libertad, son “extremadamente precarias y violan los derechos fundamentales de las personas”.

Precisa  que en muchas cárceles del país se informa sobre torturas, tratos crueles, inhumanos, degradantes y la falta de acceso a la atención médica, al tiempo de señalar  que estas violaciones de derechos humanos son inaceptables y deben ser abordadas de inmediato. Agrega que las denuncias de maltratos en los centros no se presentan en las cárceles tradicionales que están custodiadas por militares, sino de los centros de Corrección y Rehabilitación del Nuevo Modelo Penitenciario.

En cuanto a las internas que se encuentran en los centro penitenciarios, se quejan  de que no hay una verdadera segregación dentro de los recintos de mujeres y hombres, poniendo como ejemplo que en las cárceles de Nagua, Samaná y Salcedo, están dentro de una celdas que tienen acceso incluso los hombres.

Citó que en el centro de Salcedo, una interna en una ocasión salió embarazada, de otro interno por la cercanía que hay entre ambos, lo que a juicio de la Oficina de Defensa Pública no debiera suceder.

Sostiene que otro dato lo constituye la gran cantidad de priv