Lucha contra el Covid: El día a día en los 12 meses del Gobierno
Entre momentos de tranquilidad y sobresaltos, buscando controlar y mitigar la pandemia del Covid-19 transcurrieron los primeros 12 meses del Gobierno del presidente Luis Abinader, quien asumió la jefatura del Estado en medio de la más importante crisis sanitaria que ha enfrentado el país y el mundo.
Durante este primer año, no sólo el Covid-19 ha alterado los nervios del Presidente de la República y su equipo encargado de trazar las políticas sanitarias, ya que el sector salud se vio impactado además por otras situaciones que complicaron las tomas de decisiones, entre ellos pérdidas de vidas por brotes de difteria e intoxicación alcohólica, aumento en la mortalidad materna e infantil, más la descompensación de pacientes con enfermedades no transmisibles y de salud mental.
También ha enfrentado escándalos, denuncias de actos indecorosos, protestas y en sólo un año ha estrenado dos ministros de Salud Pública y dos viceministros de Salud Colectiva, una de las áreas más relevantes dentro de la institución, porque es donde se trazan las políticas de atención a las personas.
La pandemia, un año después
Durante este primer año, el Gobierno ha tenido que enfrentar picos, brotes y rebrotes del Covid-19, la presencia de nuevas variantes, apretar y soltar medidas, pero también fue cuando la población empezó a vislumbrar la esperanza con el inicio en el mes de febrero pasado de la vacunación contra el virus que a la fecha lleva sobre los 10.5 millones de dosis aplicadas.
El 16 de agosto del 2020, el Gobierno que encabeza el presidente Abinader asumió el cargo con indicadores oficiales de 1,453 fallecidos por COVID-19 en el país y 86,309 casos confirmados por pruebas PCR, de estos 52,905 se habían recuperado. La tasa de letalidad era de 1.68 % y la de positividad 31.94 %.
Aunque en el transcurso del año el país ha vivido por lo menos dos olas del virus con picos que han puesto el sistema al borde del colapso, con ocupación de camas hospitalarias UCI rondando el 100%, al día de ayer, el sistema tenía registrados 3,976 fallecimientos, 345,325 casos confirmados, de los cuales 334,863 se han recuperado, una tasa de letalidad del 1.15% y la positividad en 6.95%, la más baja alcanzada desde que inició la pandemia.
Pese al pico en que se vivía en el momento, Abinader aceptó el reto con optimismo llegando en algunos momentos a enunciar el control de la pandemia en el territorio nacional, pero luego se veía obligado a restringir movilidad para detener los niveles de contagios y en febrero pasado aseguró que para junio de este año toda la población meta estaría vacunada, lo cual aún no se logra.
Gabinete de Salud
El gobierno inició con la novedad de crear un Gabinete de Salud, coordinado por la vicepresidencia de la República, Raquel Peña, que traza las políticas dirigidas al sector sanitario, rol que hasta la fecha había estado en manos del Ministerio de Salud Pública, como organismo rector del sistema.
En medio de dificultades de acceso a pruebas para detectar Covid, el 19 de agosto del 2020, el Gobierno dio a conocer su primer plan de acción iniciado para contener la expansión del COVID-19, que incluyó el abastecimiento de pruebas PCR y otros insumos; la contratación de 1,000 médicos; la habilitación de 17 laboratorios públicos y privados para agilizar la aplicación y llegar a más de 7,000 mil pruebas diarias. En ese entonces el promedio de pruebas era de alrededor de 3,000.
Previamente, había anunciado el aumento del presupuesto de salud de RD$52 mil millones hasta los RD$RD$66 mil millones en los primeros cuatro meses de gobierno, y un plan nacional de detección, aislamiento, rastreo y tratamiento de contagiados con COVID-19, duplicidad de la capacidad de camas UCI y 12 hospitales temporales.
Cambios funcionarios
Cuando inició el Gobierno colocó en la dirección de la rectoría de salud a dos reconocidos neumólogos, al doctor Plutarco Arias como ministro de Salud y a la doctora Ivelisse Acosta como viceministra de Salud Colectiva. Ambos quedaron fuera de sus posiciones seis meses después, el primero fue destituido y la segunda presentó su renuncia.
Otros funcionarios medios de la institución también han sido destituidos o han renunciado, algunos en medio de escándalos, entre ellos cobros indebidos para ejecutar nombramientos y sobrevaluación de precios de compra de jeringuillas para vacunas de Covid-19, para solo citar dos casos.
Una PCR al año
En el mes de abril de este año, mediante resoluciones emitidas por el Ministerio de Salud Pública y la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril) quedó eliminada la cobertura de pruebas PCR de manera ilimitada como era hasta ese momento, y se limitó a una PCR al año por afiliado, con el requisito previo de realizarse una prueba de antígeno cubierta por el paciente, medida que desató la preocupación y reclamos de la población. Esto dio pie a que el Ministerio de Salud Pública instalara diferentes puestos gratuitos de toma y procesamiento de pruebas, que aún se mantienen.
Otras enfermedades atacan e intoxicaciones
Las secuelas del Covid-19 se han dejado sentir no solamente en los pacientes afectados, sino en otras enfermedades, aumentando la descompensación de pacientes con condiciones crónicas o no transmisibles, bajando los niveles de vacunación en la población y aumentando las tasas de mortalidad materna, que este año supera en 31 muertes más a las registradas el año pasado a la fecha, pasando la tasa de mortalidad de 129 a 180, respectivamente.
Durante el año se presentó además un brote de difteria, una enfermedad inmunoprenevible, que en el mes de abril dejó por lo menos 10 niños fallecidos y 19 afectados en diferentes comunidades del país.
Las intoxicaciones por el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas también pusieron en alerta al sistema de vigilancia epidemiológica, notificándose hasta la segunda semana de mayo unas 152 muertes por esa causa y 444 afectados.
Las enfermedades y condiciones de salud mental han registrado altos niveles de incidencia en poblaciones de diferentes edades, primando la depresión, la ansiedad y el estrés.
Las vacunas: tercera dosis
Tras arduas denuncias contra el acaparamiento y la falta de solidaridad de las grandes potencias y una vigorosa lucha y acuerdos, las autoridades pudieron poner en territorio dominicano vacunas contra el Covid-19, llegando los primeros lotes desde la India en febrero pasado.
Ahí se puso en marcha, el ya previamente elaborado Plan Nacional de Vacunación Contra el Covid-19, donde se dividió la población por vulnerabilidades y prioridades. La vacunación inició el 16 de febrero del 2021, con el personal de salud, quedando instaurado en un acto realizado en la sede del hospital Militar Ramón de Lara, encabezado por el presidente de la República.
Cerca de 18 millones de vacunas
Hasta el pasado seis de agosto, el país había recibido 17,488,270 dosis de vacunas, de las cuales más de 13 millones corresponden a la farmacéutica china Sinovac; sobre los tres millones a la empresa Pfizer, de las cuales el país recibe un lote cada semana de un contrato firmado por 10 millones de dosis y cerca de un millón de vacunas de la farmacéutica AstraZeneca.
En medio de opiniones encontradas y de falta de estudios científicos que evidenciaran su utilidad, República Dominicana introdujo a su esquema de vacunación contra el Covid-19 la modalidad de la tercera dosis o dosis de refuerzo, siendo el primer país en ponerla en marcha, hasta la fecha se han colocado 491,199 dosis de esta modalidad.
Hasta el pasado martes 10, se habían colocado 10,554,023 dosis de vacunas, de las cuales 5,645,781 corresponden a primera dosis; 4,417,043 a segunda dosis y 491,199 a dosis de refuerzo o tercera.
La desescalada:
Dos sin toque de queda
Desde que asumió el cargo, el 16 de agosto del 2020, el presidente Abinader ha tenido que luchar con una población cansada del uso de mascarilla y de las restricciones impuestas por el toque de queda, enfrentando opiniones a favor y en contra, así como presiones de sectores empresariales, sobre todo vinculados al área de la diversión e incluso de su propia familia, según lo confesado por el propio mandatario.
Tras casi un año completo emitiendo decretos que anunciaban la continuación del Estado de Emergencia y toque de queda, el pasado siete de julio el Gobierno dio inicio a un plan de desescalada de las restricciones de movilidad en las provincias que alcanzaran más del 70% de su población vacunada con dos dosis.
El pasado lunes 9, a casi un año y cinco meses bajo toque de queda en diferentes modalidades, el Distrito Nacional y la provincia La Altagracia se convirtieron en las primeras dos demarcaciones del país donde se eliminó el toque de queda. No obstante las demás provincias permanecen bajo el régimen de restricciones.
SNS: Prestación de servicios
A través del Servicio Nacional de Salud (SNS), durante este año, su director, doctor Mario Lama, informó que se invirtió durante el primer año de Gobierno, RD$495,991,786 en equipos entregados a 72 hospitales y centros de Atención Primaria; se remozaron 126 centros de Atención Primaria; se trabaja en el proceso de ampliación de 25 Emergencias y el remozamiento de 46 centros, para un total de 71 intervenciones a nivel nacional.
Se eficientizó la respuesta hospitalaria a los pacientes afectados con COVID-19, con la habilitación de centros exclusivos, ampliación de camas y equipamiento de UCIS, entre otros requerimientos.
Laboratorio Nacional: identifica variantes
Durante este año se siguió fortaleciendo la teleconsulta y la capacidad de respuesta hospitalaria con la entrada en funcionamiento de parte de la Ciudad Sanitaria Luis Eduardo Aybar y la introducción de equipos y ampliación de camas en Unidades de Cuidados Intensivos.
El Laboratorio Nacional Dr. Defilló puso en funcionamiento equipos que permitieron al país iniciar recientemente la secuenciación de muestras para identificar las variantes de interés y preocupación que circulan en el país.
IDOPPRIL:
Coberturas y subsidios
Durante el primer año de Gobierno, unas 70,637 personas recibieron a través del Instituto Dominicano de Prevención y Protección de Riesgos Laborales (IDOPPRIL) subsidios y productos de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, viudez, orfandad o discapacidad, por un RD$1, 088, 331,822.08.