La sombra de extrema derecha se cierne sobre el mandato de Trump
Desde Charlottesville hasta Cleveland, la sombra de la extrema derecha violenta se cierne en Estados Unidos sobre el mandato de Donald Trump, acusado regularmente de cultivar la ambigüedad en sus relaciones con los supremacistas blancos.
El presidente estadounidense intentó el miércoles apaciguar la polémica creada por sus declaraciones del día anterior durante el debate con el aspirante demócrata a la Casa Blanca, Joe Biden, cuando dijo que los Proud Boys, un pequeño grupo nacionalista, tenían que «retroceder y esperar». La frase provocó una ola de críticas.
Frente a la prensa, Trump llamó a las milicias de extrema derecha a retirarse y dejar que la policía «haga su trabajo» ante la violencia cometida, según él, por los activistas antifascistas que vienen manifestándose desde hace varios meses contra el racismo y la brutalidad policial en todo el país.
Estas marchas a veces degeneran en enfrentamientos con la policía o grupos paramilitares y pueden convertirse en una tragedia. Dos activistas antifascistas y un miembro de un pequeño grupo de extrema derecha murieron durante las manifestaciones.
«No sé quiénes son los Proud Boys. Lo único que puedo decir es que tienen que dar un paso atrás y dejar que la policía haga su trabajo», dijo, asegurando que él «siempre había denunciado» a partidarios del supremacismo blanco.
La campaña de Trump ya había intentado limitar el daño. «Dijo que se retiraran, se expresó mal, está más que feliz de condenar» a la extrema derecha, aseguró el martes su hijo, Donald Trump Jr, en la cadena CBS.
Tim Scott, el único senador republicano negro, también opinó el miércoles que Trump se había expresado mal pero que tenía que «corregir» sus comentarios.
«Creo que se equivocó, creo que debería corregirlo. Si no lo corrige, supongo que no se equivocó», señaló a periodistas.
– Eslogan para el logotipo –
Los demócratas condenaron unánimemente las palabras de Trump durante el debate en Cleveland, Ohio.
«No hay otra forma de decirlo: el presidente de Estados Unidos se negó a repudiar a los supremacistas blancos durante el debate de anoche», afirmó Biden en Twitter.
«Mi mensaje para los Proud Boys y todos los demás grupos supremacistas blancos es paren y desistan», insistió ante un grupo de periodistas en Ohio.
La futbolista Megan Rapinoe, actual Balón de Oro y defensora de los derechos de la mujer y las personas LGBT, fue terminante: «Si estás con (el presidente), estás con los supremacistas blancos. Es muy simple».
El grupo paramilitar, fundado en Nueva York en 2016 con integrantes exclusivamente masculinos y que apoya a Trump, transformó la misma noche del martes la frase del presidente «Stand Back, Stand By» (Retrocedan, esperen) en su eslogan, colocándolo en las redes sociales y en camisetas.
«El presidente Trump les dijo a los Proud Boys que esperaran porque alguien tiene que lidiar con ANTIFA … ¡bueno, señor! ¡¡Estamos listos !!», dijo Joe Biggs, uno de los militantes de Proud Boys, en Parler, la red social similar a Twitter que no bloquea a los extremistas.
Aunque suele denunciar actos racistas y antisemitas, desde la campaña electoral de 2016, Trump ha sido acusado de mostrar ambigüedad con los círculos de extrema derecha y los líderes nacionalistas.
«White Power» –
En agosto de 2017, cientos de activistas de ultraderecha se reunieron en Charlottesville, Virginia, donde estallaron enfrentamientos con manifestantes antirracistas. Un simpatizante neonazi atropelló a una multitud en un vehículo, mató a una persona e hirió a 19.
Trump fue muy criticado entonces cuando dijo que durante estos enfrentamientos había «gente buena en ambos lados», recordó Biden el martes por la noche.
Desde 2017, las acciones de una extrema derecha ultraviolenta y racista se han multiplicado en Estados Unidos.
Un ataque a una sinagoga de Pittsburgh dejó 11 muertos a fines de 2018, un acto condenado por Trump. Y en agosto de 2019, un joven estadounidense mató por motivos racistas a 22 personas en mayoría hispana en un hipermercado en El Paso, Texas.
Ante el histórico movimiento de ira contra el racismo y la brutalidad policial contra los afroestadounideneses que atraviesa al país desde finales de mayo, Trump denuncia en cambio la violencia perpetrada según él por activistas de la izquierda radical.
Y en plena discusión sobre el pasado esclavista del país, critica lo que considera «una campaña para borrar nuestra historia».
En junio, el mandatario compartió brevemente un video de un enfrentamiento entre varios de sus partidarios y oponentes, en el que se veía a un hombre gritando «White Power» (Poder blanco), el grito de guerra de los supremacistas blancos.