Escasez de agua no detiene operaciones de lavadores informales
A pesar de la escasez en el suministro de agua causado por la fuerte sequía que azota el país, las actividades que requieren grandes cantidades del preciado líquido no se detienen y continúan operando con normalidad.
Un ejemplo palpable de la falta de conciencia respecto al tema son los lavaderos informales instalados en diferentes aceras de concurridas avenidas de esta capital.
Durante un recorrido por la ciudad agotado por un equipo de este medio el pasado domingo, se pudo observar como los denominados “lavadores”, con cubeta y manguera en mano utilizaban de manera desmedida el agua para la limpieza de los vehículo que allí llegaban.
Santo Domingo Este
El municipio Santo Domingo Este fue la demarcación donde se logró visualizar la mayor cantidad de lavaderos irregulares, llegándose a contabilizar más de diez puntos de lavado en tan solo una cuadra, todos sin regulación en alguna.
En el sector Villa Duarte, específicamente en los alrededores del Faro a Colón, algunos lavadores se abastecían del fluido en escasez a partir de un depósito de plástico tipo tinaco, mientras que otros lo adquirían desde grifos de las casas del entorno.
Distrito Nacional
La escena se repetía en otros sectores como Cristo Rey, Distrito Nacional donde las personas dedicadas a esta actividad nos abordaron de manera desafiante.
Allí consultamos a uno de los lavadores quien nos comentó que el servicio de limpieza de autos ronda entre los 250 y 500 pesos, dependiendo el tamaño del vehículo o la complejidad del lavado.
En esta jurisdicción al igual que en la mencionada anteriormente, no se vio regulación alguna de las autoridades correspondientes para evitar el empleo inadecuando del agua, a pesar de lo manifestado por la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (Caasd), que el pasado jueves aseguró que regularía el uso del líquido en lavaderos de carros formales e informales.
Disposición no acatada
La situación también denota la falta de concientización de este sector que no se preocupa por implementar una medida o mecanismo especial que se adecue a la escasez por la cual atraviesa el país.
Mientras tanto la población se mantiene a la espera de que acabe la sequía que podría extender hasta el mes de mayo y suban los suministros acuíferos.