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Dos candidatos de moral conservadora se disputan la presidencia de Paraguay

Uno representa al partido que ha gobernado Paraguay de manera casi ininterrumpida por unos 70 años y quiere crear medio millón de empleos. El otro promete luchar contra la corrupción y reducir los precios de la energía al frente de una coalición de centro-izquierda en las presidenciales de este domingo.

Pero Santiago Peña y Efraín Alegre tienen algo en común: se oponen al aborto y al matrimonio igualitario.

Alegre, tercer intento

El candidato opositor Efraín Alegre, un abogado de 60 años, se inició muy joven en la militancia política en contra de la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-89), una de las más largas de América Latina.

Líder del Partido Liberal, parlamentario durante 15 años, exministro de Obras Públicas durante el gobierno del izquierdista Fernando Lugo (2008-12), es la tercera vez que se postula a la presidencia.

Si gana, ha sugerido que analizará las largas relaciones de Paraguay con Taiwán, que en su opinión «significan la pérdida de uno de los mercados más grandes, que es China».

En 2013 perdió ante el rico empresario tabacalero Horacio Cartes, padrino político de su actual rival Peña y hoy bajo sanciones de Estados Unidos por «corrupción, incluido el soborno generalizado de funcionarios gubernamentales y legisladores» durante y después de su mandato.