Cremación: Pocos cadáveres con Covid-19 han sido sometido a este proceso
Las autoridades oficiales la han recomendado, pero la cremación a quienes fallecen por COVID-19 ha estado muy poco entre de las opciones de los familiares de estos muertos por dos razones. La primera es porque contradice a las costumbres de un pueblo religioso y la segunda es porque tiene su costo resulta alto para las personas de escasos recursos.
Una empleada de una reconocida funeraria en el país y que tiene como servicio la cremación de personas, la cual pidió no ser identificada, opina que la cremación de los muertos por COVID-19 son mínimas, menos de un 2% del total de fallecidos, ya que “el dominicano es muy religioso y esta es más una decisión personal”.
Al consultar a varias funerarias por teléfono se comprobó que los velatorios se están haciendo con normalidad, aun cuando muere alguien a causa del coronavirus, siendo el principal requisito que solo asistan máximo 10 personas.
La colaboradora de la funeraria consultada explica que la cremación, desde antes del virus, se ha utilizado para complacer, más que nada, los deseos del fallecido, pero insiste en que la religión “lo hace contradictorio” y por eso muchas familias prefieren gastar entre US$5,000 y US$7,000 para traer al país a una persona que fallece, evitando cremarlo aunque esto le salga “mucho más barato”.
Sin embargo, para una persona de escasos recursos, la cremación también es costosa. Listín Diario tiene algunos precios que ofrecen las funerarias que dan este servicio, entre las que se encuentran Memorial, Blandino y Protectora La Altagracia.
Los precios que dieron en estos lugares varían y no incluyen el velatorio, ya que algunos familiares pagan un dinero extra por velar el cuerpo antes de la cremación y así seguir la línea de lo tradicional en cierto sentido. Los diferentes montos son RD$40,000, RD$57,000, RD$77,700 y RD$93,000 para planes sencillos que solo incluyen la cremación y otros servicios. Si se desea hacer un velatorio, el monto puede subir hasta los RD$140,000.
Para este servicio funerario, los familiares directos de los fallecidos, como esposos, hijos o padres, deben firmar un documento legal autorizando la cremación.
Con anticipación
Hay personas que hacen pre-arreglos antes de su muerte para ser cremados, por lo que pagan cerca de RD$3,000 mensual por más de 36 meses como un plan de precaución y de que su deseo final sea cumplido.
Estos planes incluyen búsqueda del fallecido en casa o clínica, traslado hacia patología forense, traslado a la funeraria, trámites oficiales y extracto de acta de defunción, cuarto frio para conservación del ser querido en la espera que toda la documentación esté lista, urna plástica, urna de madera preciosa y una capilla privada para la familia con flores y el toque de violines, como confiesa a este medio la colaborado de la funeraria consultada.
“Pero son muy pocas las personas dominicanas que usan esto porque así como nos da miedo hablar de la muerte y los cementerios, así tememos por la cremación. Somos un pueblo religioso”, destaca la consultada.
Una vez el cadáver es cremado, las cenizas son entregadas entre tres a cinco horas en una urna a sus familiares. Algunos las arrojan al mar o al aire, mientras que otros permanecen con ellas en sus hogares. Otros prefieren guardarlas en osarios que están en los cementerios y son espacios privados.
El crematorio se realiza en “hornos industriales” específicos para esto, informa la empleada de la empresa funeraria con quien habló Listín Diario. Al preguntarle si era seguro para el personal de la funeraria este servicio ante el COVID-19, ella contestó: “Claro que sí, bien seguro, nuestro personal está altamente capacitado y entrenado para esto”.
NO INFECTAN
Lo que dice la OMS sobre los cadáveres
La Organización Mundial de la Salud señala que salvo en casos de las fiebres hemorrágicas (como el ébola o la fiebre hemorrágica de Marburgo) y del cólera, los cadáveres no suelen ser infecciosos. Solo pueden serlo los pulmones de los pacientes con gripe pandémica, si se manipulan de manera incorrecta durante una autopsia tras su fallecimiento. De otro modo, los cadáveres no transmiten enfermedades, indica el organismo.