Internacionales

Crece la presión contra el racismo en funeral Floyd

Celebridades, músicos y políticos se reunieron frente al féretro dorado de George Floyd durante un acalorado funeral ayer jueves en honor del hom­bre cuya muerte a manos de la policía desató protes­tas a nivel mundial, y en el que un líder de la defensa de los derechos civiles de­claró que es momento de que las personas de raza negra exijan: “¡Quítennos la rodilla del cuello!”

El funeral -el primero de varios programados en tres ciudades distintas durante los próximos seis días- se llevó a cabo en un santua­rio de la Universidad Nor­th Central mientras que a unas cuadras de distan­cia, un juez fijó una fianza de 750,000 dólares a cada uno de los tres expolicías de Minneapolis acusados de instigar y secundar en la muerte de Floyd.

Una muerte lenta

De costa a costa, y de París a Londres, a Sydney y a Río de Janeiro, el es­calofriante video tomado con un celular que capta la lenta muerte de Floyd ha desencadenado turbulen­tas y, en ocasiones, violen­tas protestas contra la bru­talidad policial, el racismo y la desigualdad.

“La historia de George Floyd ha sido la historia de los negros. Porque desde hace 401 años, el motivo por el que no hemos podi­do ser quien quisiéramos o soñábamos es que nos po­nen la rodilla sobre el cue­llo”, sostuvo el reverendo Al Sharpton en su discurso. “Es momento de que nos pongamos de pie a nombre de George y digamos ’¡Quí­tennos la rodilla del cuello!”

Sharpton prometió que lo que sucede en la actuali­dad se convertirá en un mo­vimiento para “cambiar to­do el sistema de justicia”.

“¡Se acabó el tiempo pa­ra que rindan cuentas! ¡Se acabó el tiempo para que pongan pretextos! ¡Se aca­bó el tiempo para que inten­ten demorar las cosas! ¡Se acabó el tiempo de las pala­bras y las promesas vacías! ¡Se acabó el tiempo para obstaculizar al brazo de la ley”, subrayó.

Prácticas despóticas

Policías y soldados res­guardan las calles de la ca­pital del país para mantener a los manifestantes a raya. El líder del país advierte que está dispuesto a ir más allá para “dominar” las calles.

En palabras y acciones, el presidente Donald Trump emula cada vez con ma­yor frecuencia a los gober­nantes despóticos a los que admira desde hace tiem­po para intentar poner fin a las protestas que se regis­tran en todo Estados Unidos contra la brutalidad poli­cial. Al hacerlo, está llevan­do los poderes de la presi­dencia a un límite rara vez visto, y pone a prueba la vo­luntad del Pentágono para seguir sus órdenes.

Sus acciones han gene­rado críticas públicas de lí­deres militares, en activo y retirados, así como de un puñado de políticos repu­blicanos. Algunas de sus preocupaciones se centran no sólo en las medidas que Trump ya ha implementa­do, sino también en qué tan lejos está dispuesto a ir en un año electoral, particular­mente si los vientos políticos parecen soplar en contra.

“Tal vez estamos llegan­do a un punto en el que po­demos ser más honestos sobre las inquietudes inter­nas que podamos tener y tener el valor con nuestras convicciones para alzar la voz”, dijo la senadora Lisa Murkowski, una republica­na moderada por Alaska.

La contienda electoral ante el demócrata Joe Bi­den será el máximo punto de inflexión, un momento en el que la nación decidirá si cambiar de rumbo o man­tener a Trump en el timón otros cuatro años.

 DEMANDA Y QUEJA

ACLU.

Grupos de derechos ci­viles de EEUU denuncia­ron ayer al presidente Donald Trump, luego de lanzar las fuerzas de se­guridad contra manifes­tantes pacíficos .

Meghan Markel.

“Lamento mucho que tengan que crecer en un mundo donde esto aún es el presente”. “Sabe­mos que las vidas de los negros importan”.