Crece la estatura de Macron como gran referente europeo
Poco después de anunciarse su victoria, el presidente francés Emmanuel Macron subió al escenario al ritmo del himno europeo, la “Oda a la alegría”. El simbolismo fue fuerte: La elección de este centrista de 44 años para un segundo mandato refuerza su estatura como uno de los principales líderes europeos.
Se espera ahora que Macron intente revitalizar el bloque de 27 naciones y use toda su influencia para tratar de poner fin a la guerra en Ucrania.
Al hablar ante sus partidarios el domingo por la noche, Macron se comprometió a trabajar por “una Europa más fuerte”.
“Europa es un modelo para la paz y la estabilidad”, expresó en un acto en Estrasburgo, sede del Parlamento Europeo. “Europa es lo que nos protege de la crisis y de la guerra”.
La partida de Angela Merkel en diciembre tras 16 años como canciller de Alemania, sumada a la salida del Reino Unido del bloque en el 2020, hicieron que Macron asumiese un papel dominante en le UE, donde la relación entre Francia y Alemania es clave.
Impulsado por su victoria, Macron acaparará la atención cuando visite Berlín en los próximos días para reunirse con el nuevo canciller Olaf Scholz, quien hará su debut en la escena internacional.
Los presidentes franceses tradicionalmente visitan Alemania en su primer viaje internacional tras ganar una elección para celebrar la amistad entre esas dos naciones luego de numerosas guerras.
Ucrania será el principal tema de discusión con Scholz, cuyo portavoz, Steffen Hebestreit, elogió la victoria de Macron sobre su rival nacionalista, de extrema derecha, Marine Le Pen. “Fue un buen día para Europa. El pueblo francés eligió bien”, manifestó.
Francia ejerce en estos momentos la presidencia rotatoria del Consejo Europeo, hasta el 30 de junio. Macron tiene programado un discurso sobre Europa el 9 de mayo en Estrasburgo.
En algún momento podría visitar Kiev, la capital de Ucrania, para encontrarse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Macron promueve desde hace tiempo la idea de que la UE tiene que asumir una mayor responsabilidad por su defensa, algo que considera un complemento de la alianza de la OTAN. La invasión rusa de Ucrania no hizo sino reforzar esa tesis.
La victoria de Macron “anticipa la promoción de un ambicioso Proyecto para Europa”, expresó Tara Varma, directora de la oficina parisina del centro de estudios Consejo Europeo para las Relaciones Extranjeras.
“Propondrá mejorar la agenda soberana de Europa, en tecnología, en defensa, en la lucha contra la coerción económica”, manifestó Varma.
Agregó que una próxima conferencia sobre los Balcanes Occidentales a llevarse a cabo en junio ofrecerá “la oportunidad de empezar a reconsiderar políticas más amplias”.
Georgina Wright, directora del Programa Europeo el Instituto Montaigne, un centro de estudios de París, dijo que “Europa obviamente seguirá siendo clave, el eje del mandato de Macron. Sospecho que quiere avanzar más lejos y más rápido que en los últimos cinco años”.
Sin embargo, añadió, puede encontrar “asuntos espinosos”.
La adopción de un sueldo mínimo para todo el bloque, impuestos al carbono importado y una reforma fiscal son algunas de las políticas que Macron quiere impulsar. Francia también quiere acelerar las conversaciones sobre una reforma al sistema de asilo en Europa.
Para lograr sus propósitos en temas tan delicados, Macron necesitará el consenso de sus colegas de la UE.
“Su meta será conseguir que los otros lo sigan”, dijo Wright. “Necesita que Alemania esté con él”.
Pero enfrenta numerosos retos. Los líderes de Hungría y Polonia, que tienen serias diferencias con Bruselas respecto a los patrones legales, han tenido fuertes diferencias con Macron en el pasado. Y no es previsible que amainen las tensiones con Gran Bretaña en torno a Brexit y al cruce del Canal de la Mancha por parte de migrantes.
“Macron no tendrá todo a su favor”, dijo Charles Grant, director del Centro para una Reforma Europea. “Algunos estados miembros de Europa oriental se opondrán a las políticas de Francia, los británicos seguirán siendo un dolor de cabeza y a los alemanes pueden no interesarles algunas ideas francesas.
Alemanes y franceses tienen diferencias en torno a temas importantes como la política energética. Macron quiere dar impulso a la energía nuclear para preservar el medio ambiente y ser más independientes en el campo energético, en tanto que el gobierno de Scholz planea cerrar este año la última planta nuclear que queda en Alemania.
Se espera asimismo que Alemania se oponga a una propuesta francesa que incluye el uso de la deuda compartida de la UE para un plan de inversiones pensado para aliviar el impacto de la guerra en Ucrania. El proyecto se basa en un plan sin precedentes con el que el bloque hizo frente a la pandemia del COVID-19.
Macron puede encontrar un aliado clave en el primer ministro italiano Mario Draghi, quien busca un acercamiento con París, incluido un pacto que firmó con Macron en Roma el año pasado con el fin de afianzar a Italia y Francia como nuevo motor de la cooperación europea.
Colleen Barry (Milán) y Geir Moulson (Berlín) colaboraron en este despacho.