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Compradores comienzan a sentir temor al salir a la calle por el coronavirus

Salir a las calles a realizar las compras para el hogar se ha convertido en una experiencia frustrante y llena de miedo para la jo­ven Walkiria Saldaña, esto por lo que implica abaste­cerse en estos momentos donde el COVID-19 no se amedrenta y continúa su propagación por todo el mundo.

Saldaña indica que sa­lir a las calles, como es­tá la situación, es todo un reto, ya que muchas ve­ces no encuentra los pro­ductos que salió a buscar y se encuentra con gran­des cúmulos de personas esperando por entrar a los supermercados y con góndolas vacías.

“Productos agotados, alza de precios que le provocan a un ataque a cualquiera, temor a la gente y hasta al aire que respiramos. Todo esto sin contar el proceso pa­ra salir de casa a hacer las compras, nos tiene a to­dos viviendo ansiosos”, refiere.

Explica que ponerse ro­pa como si se estuviera en pleno invierno bajo una tormenta de nieve, guantes y mascarilla le hacen sentir que se as­fixia y no por el Covid-19.

“Al llegar al supermer­cado pronostica 40 mi­nutos máximo para bus­car todo lo que necesitó y al salir me quito guantes y mascarillas y procedo a limpiar mis manos con manitas limpias”, destaca.

Sostiene que cuando lle­ga a la casa, empieza la verdadera carrera de lim­pieza. Cuenta que prime­ro procede a quitarse toda la ropa utilizada y poner­la al sol, darse una ducha y desinfectar cartera, ce­lular, monedero y has­ta la tarjeta utilizada pa­ra pagar. Luego entra las compras para lavarla y co­locarla en su lugar para volver a lavar sus manos.

“He tenido la suerte que al visitar los supermerca­dos el flujo no de personas no ha sido grande, pero aun así el miedo está ahí latente”, dice.

“Mi experiencia de com­prar ha sido frustrante y llena de miedo”, dijo.

Walkiria Saldaña y Al­tagracia Sosa optan por comprar en supermecados pequeños para evitar aglo­meraciones.

Supermercados pequeños

Para evitar grandes con­glomeraciones, hacer filas extensas y reducir la posi­bilidad de contagiarse del coronavirus COVID-19, Altagracia Sosa ha opta­do por hacer la compra de alimentos de su familia en cadenas de supermerca­dos

 pequeños y sin mucho renombre. Sosa, de una familia de cuatro miem­bros, es quien se encar­ga de realizar las compras para abastecer, esto como una medida de prevención siendo la única persona que sale.

Comenta que prefiere estos establecimientos por la poca cantidad de perso­nas que asisten a estos lu­gares y porque, en la ma­yoría de los casos, venden más barato, aunque esca­sean algunos productos y marcas.

“Yo compraba en gran­des supermercados, pero la cantidad de gente que hace filas y se dirige allí es demasiado, no importa qué día de la semana sea, siem­pre están llenos”, indica.

Cuenta que su experien­cia como cliente ha cam­biado en un 100%, desde la manera en que compra, hasta cómo llega a organi­zar los alimentos en su casa.

Manifiesta que para ella se le hace muy difícil tener que subir a un cuarto piso toda la compra y luego desinfec­tar cada alimento para pre­venir un contagio de esta enfermedad.

“Es un proceso agotador, pero necesario”, sostiene.

 CIFRAS

 $10

Aumento del crédito

Actualmente, se regis­tran precios altos en el limón agrio que cuesta entre RD$10 y RD$20 la unidad y en el jengi­bre, que se vende entre RD$250 y RD$350 por libra.

$15,000

millones de pesos

El Banco Central (BCRD) ha puesto a ese monto a disposición de la mipymes.

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