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¿Por qué la queja de algunos de que “no sienten” el crecimiento del PIB en la economía?

El producto interno bruto (PIB) es una medición metodológica para conocer el comportamiento de una economía en un tiempo determinado que mide la producción nacional, no la distribución de esas riquezas. Regularmente, la medición se hace cada tres meses y cada año.

Se trata de medir el conjunto de actividades producidas sobre la base de la fabricación de bienes y la oferta de servicios que se desarrollan en un país, sin tomar en cuenta la distribución de esas riquezas por persona, por la diversidad de actividad que desarrolla la gente, si no trabaja, si está o no en la informalidad laboral, entre otros indicadores que se miden con otros indicadores como el “coeficiente de Gini o de desigualdad” o el índice de Desarrollo Humano y por ese desconocimiento mucha gente se queja de que no siente el crecimiento, sobre todo, si no trabaja ni se beneficia indirectamente de una actividad con alta ponderación, como por ejemplo ahora el sector de la construcción.

Actualmente, en la economía dominicana es común observar muchos proyectos de construcción de casas económicas, a manos del sector privado. Esto refleja que ese sector y los que trabajan en él se benefician del crecimiento de la economía.

El sector privado invierte, la gente consume al comprar la casa y otros subsectores como el comercio también se beneficia porque a medida que más personas trabajan más compran comida, ropas y zapatos, más gastan en entretenimientos y hasta visitan hoteles y restaurantes o buscan un préstamo en el sistema financiero porque tienen capacidad de pago. Todo ese movimiento  es un ejemplo de cómo se comporta el crecimiento.

En una economía como la dominicana, altamente concentrada en los servicios (turismo, zonas francas, telecomunicaciones) las personas que trabajan en empresas de esos renglones sientan que de algún modo reciben el beneficio de la estabilidad, porque mantienen sus puestos de trabajo, han recibido algún tipo de aumento o compensación y los que buscan trabajo tienen la oportunidad de conseguirlo en esas actividades.

En el caso de República Dominicana, el Departamento de Cuentas Nacionales del Banco Central, estratifica el valor segregado de la actividad económica en los sectores agropecuario, industrias, manufactura de zona franca, construcción, servicios y otros, como  “impuestos netos de subsidios” (como el Impuesto Sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios –ITBIS, que no afectan el gasto de las empresas, pero sí al consumidor final).

En la medición del PIB hay países que incluyen estimaciones sobre la llamada “economía sumergida, soterrada, que es la que no se puede contabilizar porque está dentro de la evasión de renta o del patrimonio).

Datos del Banco Central (BCRD) indican que en 2019 el sector construcción cerró con un crecimiento de 10.5%. Todo esto fue producto de las medidas de flexibilización monetaria que permitieron al inversionista captar dinero de la banca con bajos intereses y que contribuyeron con el impulso de la demanda, de más viviendas de bajo costo y de la construcción de complejos hoteleros y del crecimiento del empleo privado.

En diciembre pasado el crecimiento fue de 6.7%, debido a que el sector privado invirtió más y al motorizar la inversión demostró confianza en el mantenimiento de la estabilidad, de que no esperan sobresaltos que afecten su dinero.