Deporte

Hardt, Bertran y Olivares, la nueva generación del tenis

Concluye el 2019, el año que será recordado como el del retiro de Víctor Estrella del tenis profesional, dejando un trecho marcado pero un vacío que llenar entre los tenistas dominicanos de la nueva generación.

Con su retiro toma más fuerza la pregunta de quién será el próximo Víctor Estrella cuando seguimos viendo en los mismos lugares a José (Bebo) Hernández y Roberto Cid, así como a otros jugadores dando sus primeros pasos en el profesionalismo.

Esa pregunta ha tenido varias respuestas: Hernández en un momento, Cid en otro y más recientemente e incluso todavía, Nick Hardt. El joven de 19 años se ubica en el puesto 519 del mundo, y entre los menores de 20 años está top 30.

Su carrera avanza a pesar de que aún no ha conquistado un título grande, pero en 2018 consiguió su primer campeonato profesional, y este año sumó otros cuatro, tres de ellos en Europa donde se juega un gran nivel de tenis.

El futuro de Hardt

La proyección de Hardt no es ser el próximo Víctor, sino convertirse de manera indiscutida en el mejor tenista dominicano de todos los tiempos, pero eso es lo que se vislumbra. Depende de muchos factores que lo pueda lograr, y uno de ellos es la disciplina que impregne en el desarrollo de su carrera.

Además de Nick, este año se sumó otro nombre a esa lista del relevo generacional: Peter Bertran, quien hace unos cinco años era la promesa del tenis local, pero las lesiones no le permitieron avanzar al ritmo que hubiese querido. Sin embargo, el título que consiguió este año en Santo Domingo, precisamente frente a Hardt, revive las esperanzas de que se pueda posicionar entre los mejores de este deporte más allá de su nacionalidad.

A sus 23 años ostentar el puesto 777 de la ATP no es nada halagüeño, pero si se observa que todos esos puntos fueron obtenidos en la temporada que concluye, la percepción es distinta, en especial porque 2020 es otra temporada en la que tratará de sumar más y con un poco más de confianza que la que tenía este año.

Otro nombre que está en esa lista desde hace unos años es el de José Olivares (680 ATP). El espigado jugador tuvo un descenso este año en cuanto a sus resultados debido a las lesiones, pero terminó con un nuevo título de dobles y alcanzando dos cuartos de final en sencillos en las tres semanas de torneos internacionales en República Dominicana.

Pese a que no tuvimos un jugador dentro del top 100, jugando un Grand Slam o ganando un torneo ATP en 2019, lo que promete el tenis nacional es lo mejor en su historia, puesto que de lo que se está sembrando no saldrá solo un buen jugador sino varios que tienen las posibilidades de poner más en alto el nombre de la República Dominicana en escenarios extranjeros.