México anuncia que Estados Unidos ha aceptado crear un grupo especial para combatir el tráfico de armas
Los gobiernos de México y Estados Unidos han acordado este jueves crear un grupo contra las drogas y el tráfico de armas tras una reunión bilateral en materia de seguridad celebrada en la capital estadounidense, Washington DC.
Así lo ha hecho saber el ministro de Exteriores mexicano, Marcelo Ebrard, a través de un vídeo publicado en sus redes sociales, en el que ha explicado los resultados de la reunión, a la que han asistido delegaciones de ambos países norteamericanos.
Uno de los objetivos marcados en esta reunión es «reducir el flujo de precursores químicos» a ambos países «que provienen por vía aérea y marítima» y facilitan la producción de fentanilo, «que se consume, sobre todo, en Estados Unidos, en este momento».
En segundo lugar, Ebrard ha propuesto «reducir drásticamente el número de armas que entran a México» mediante un grupo de trabajo que cada semana monitorice las aduanas terrestres en la frontera.
«Esto ya se ha discutido mucho con EEUU, pero ahora se les ha propuesto una medida muy específica y han dicho que sí», ha anunciado el jefe de la diplomacia mexicana, que ha indicado que ha sido «una buena reunión» y que «pronto» habrá «buenos resultados».
El Gobierno mexicano se ha comprometido a aumentar los equipos de la Secretaría de Defensa Nacional utilizados para la supervisión de los puntos de cruce fronterizos, mediante una vigilancia permanente en todo el territorio «a través de un despliegue más eficiente de unidades militares», ha explicado la secretaria de Seguridad, Rosa Icela, tal y como ha recogido el diario mexicano ‘Milenio’.
También se pondrá en marcha una campaña binacional en medios de comunicación y escuelas, con el fin de «prevenir y frenar el consumo de drogas sintéticas entre jóvenes, además de informar a las familias sobre los riesgos», informa el citado periódico.
El fentanilo es un medicamento de la familia de los opiáceos extremadamente adictivo y que ha provocado una creciente ola de muertes por sobredosis en territorio estadounidense a lo largo de los últimos años.