La economía: otra frenada
Después de cierto repunte en la economía en los últimos 3 meses, con una reducción significativa del COVID-19, una segunda ola de la infección a partir de diciembre, lo echó todo a perder. Y una nueva y mortífera cepa del COVID, nos acecha desde lejos.
El nuevo horario del toque de queda partir de la 7:00 p.m. es un golpe duro al sector comercial, en especial a los pequeños negocios. Y si hablamos de hoteles, bares y restaurantes, el golpe es mortal.
Muchos de estos negocios se resistían a cerrar definitivamente (porque miles ya lo hicieron) confiados en que poco a poco el horario del toque de queda se reduciría gradualmente durante el periodo navideño pudiendo extenderse hasta la 10:00 p.m. y el 24 y el 31, hasta la medianoche.
Pero vino el desastre. Y aplaudimos las medidas de precaución adoptadas por el gobierno para contener los nuevos brotes del coronavirus, pero sus efectos, aun no registrados en cifras, se volverán en contra de las expectativas de un 2021 retomando el crecimiento en el primer semestre.
Si bien algunas medidas se han flexibilizado, como la circulación en vehículo dos horas más después del toque de queda y el horario hasta medianoche de los pedidos a domicilio, eso apenas beneficia a unos pocos negocios de comida rápida acostumbrados a este tipo de servicios. Para los restaurantes, bares, tiendas en centros comerciales, talleres, licorerías, salones de belleza, etc, cuyo nivel de ventas depende mucho de los horarios, esas flexibilidades ayudan poco.
Definitivamente, somos incapaces de contener el virus y estamos poniendo todos los huevos en una sola canasta: LA VACUNA, que no sabemos cuándo llegará, aunque ya fueron contratadas 10 millones de dosis.
O sea, que tendremos que seguir financiando FASE y otros programas sociales de emergencia, mientras el desempleo, los déficits, y la deuda seguirán subiendo y muchos negocios continuaran cerrando.
¿Aguantaremos? Con un gobierno actuando con absoluta transparencia, manejando con prudencia el gasto público, ayudando a los más necesitados, combatiendo la maldita corrupción y promoviendo con todos los medios el turismo, la inversión externa e interna y las alianzas público-privada, aguantaremos. Y mas con esos patriotas en el exterior que no nos abandonan.
Porque los verdaderos héroes que merecen reconocimiento en este país son esos miles de dominicanos que envían sus remesas del exterior y sostienen en sus hombros esta economía en crisis.