Dispersan con gas a manifestantes que exigen salida del presidente hondureño
La Policía Nacional de Honduras dispersó con gases lacrimógenos a decenas de manifestantes en un bulevar de Tegucigalpa que exigen la renuncia del presidente del país, Juan Orlando Hernández, quien fue acusado en Nueva York por dos narcotraficantes de haber recibido dinero del narcotráfico para financiar su campaña política.
La manifestación con banderas azul y blanco del país y coreando consignas como «Fuera JOH» (Juan Orlando Hernández), había recorrido varios kilómetros bajo la intensa lluvia hasta enfilar por un bulevar en el oriente de la ciudad y llegar a una calle que conduce a donde hasta hace poco funcionaba la Casa Presidencial.
Cuando los manifestantes, algunos con el rostro cubierto, estaban más cerca de donde funcionará el Centro Cívico Gubernamental, en el que se instalarán la mayoría de las instituciones del Gobierno en la capital, los policías utilizaron gas lacrimógeno para dispersarlos, mientras que algunos de los participantes respondieron con piedras.
Los manifestantes, convocados por el movimiento Convergencia Contra el Continuismo, exigieron la renuncia de Hernández, que ha sido señalado por la Fiscalía en Nueva York y dos narcotraficantes hondureños de haber recibido dinero del narco mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán para sus campañas políticas.
María Elena Méndez, de la Convergencia Contra el Continuismo, dijo a Efe que la movilización se convocó contra «el dictador».
«Estamos indignados al estar dirigidos por un grupo de narcotraficantes, criminales y un dictador que se ha apropiado de los recursos del Estado para enriquecer y crecer sus negocios ilícitos», subrayó Méndez.
Destacó la importancia de que los hondureños tomen «conciencia» y debe revelarse en las calles para «sacar da este grupo de sicarios y narcotraficantes del poder», con el fin de construir una «nueva Honduras».
Según los testimonios de los narcotraficantes hondureños, Alexander Ardón, alias «Chander», y Víctor Hugo Díaz Morales, alias «El Rojo», Hernández, así como el anterior presidente del país, Porfirio Lobo, estarían involucrados directa e indirectamente en el tráfico de cocaína.
Ardón, exalcalde de la localidad de El Paraíso en la región noroccidental de Copán, y Díaz Morales han testificado en el juicio en Nueva York por supuesto narcotráfico contra el exdiputado Juan Antonio «Tony» Hernández, hermano del presidente de Honduras tras alcanzar un pacto con la Fiscalía.
La Fiscalía del distrito Sur de Nueva York acusó el pasado 2 de agosto al gobernante de Honduras de usar dinero del narcotráfico para mantenerse en el poder y financiar sus campañas al congreso de 2009 y a la Presidencia de 2013 y 2017.
Ardón, quien ocupó el cargo de alcalde de El Paraíso entre 2000 y 2014, declaró que «El Chapo» entregó en 2013 un millón de dólares a Tony Hernández para financiar la campaña presidencial de su hermano a cambio de protección para él y los líderes del cartel los Valles.
Según Ardón, el presidente hondureño le solicitó otro medio millón de dólares para amañar las elecciones de 2017 en los departamentos de Lempira y de Copán.
En tanto, el Rojo, por su parte, aseguró que Tony Hernández le pidió 40.000 dólares para la campaña de Juan Orlando Hernández a diputado en 2005.
La representante de la Convergencia Contra el Continuismo pidió castigo para todos los criminales que «cometieron actos de lesa humanidad» e invitó a la ciudadanía a mantenerse en las calles hasta que Hernández salga del poder.
Otra de las manifestantes, que se identificó como María Isabel Pineda, dijo a Efe que el pueblo hondureño está «secuestrado por el narcotráfico».
Pineda, quien dijo vive en EE.UU., aseguró que es «muy duro» ver que la Justicia en su país «no funciona», y señaló la necesidad de «liberar a Honduras» y «reconstruir» el Estado.
«De corazón, creo que el presidente de Honduras, si tuviera un poco de conciencia y de humanidad, debe renunciar y permitirle (…) a otros coger su puesto y empezar a reconstruir Honduras por el dolor de nuestro pueblo», subrayó.
Otro grupo de manifestantes, la mayoría con el rostro cubierto, bloquearon por tercer día consecutivo el bulevar que cruza frente a la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), en Tegucigalpa, impidiendo el libre tránsito de vehículos por la zona.
Una dos horas antes, centenares de militantes del gobernante Partido Nacional de Honduras celebró una marcha en apoyo con el presidente, quien le dijo a la oposición política de su país que no hicieron nada para combatir el narcotráfico.
Hernández dijo en un discurso que antes de que él llegara al poder Honduras era el país «más violento en la faz de la tierra», mientras que los «narcotraficantes, ‘maras’ y pandillas» operaban libremente, pero «nadie quiso hacer nada», en particular quienes entonces gobernaban.
«Yo les escuché, me dijeron queremos seguridad, paz, tranquilidad y yo asumí ese compromiso, y hoy les digo, yo, Juan Orlando Hernández, haré lo que tenga que hacer para la tranquilidad y la paz de mi pueblo», recalcó el gobernante hondureño.