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Los 21 días de una crisis electoral sin precedentes en RD

A siete días para las Elecciones Extraordinarias Municipales quedan en República Dominicana amplias expectativas por la crisis electoral surgida tras la suspensión de los comicios de febrero por la Junta Central Electoral (JCE).

El domingo 16 de febrero, a las 11:11 de la mañana, el presidente de la JCE, Julio César Castaños Guzmán, anunció la suspensión de las elecciones y dijo que se iniciarían las investigaciones de lugar para dar con las razones por las cuales las boletas electorales no cargaron en los equipos electrónicos.

En la conferencia de prensa, Castaños Guzmán informó que la noche antes de las elecciones, el sábado 15 de febrero, se habían percatado de problemas en el sistema electrónico, utilizado por primera vez en el país en las elecciones primarias simultáneas del 6 de octubre de 2019 celebradas por el Partido de la Liberación Dominicana (padrón abierto) y el Partido Revolucionario Moderno (padrón cerrado).

Ese día estaban supuestos a votar 7,487,040 de dominicanos en 16,032 colegios electorales ubicados en 158 demarcaciones.

También se tenía planteado la elección de 3,849 cargos correspondientes a Alcaldes, Vice-Alcaldes, Regidores, Suplente de Regidores, Directores Municipales, Sub-Director Municipal y Vocales.

Reuniones de la OEA con partidos políticos
Desde la mañana del 17 de febrero, la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que vino al país a observar los comicios municipales, se reunió con delegados de diferentes partidos políticos (PRM, PLD y la Fuerza del Pueblo), para tratar temas vinculados a la suspensión electoral.

En esa jornada la Junta Central Electoral decidió el día que se celebrarán las elecciones municipales, siendo estas reubicadas para el 15 de marzo, de 7:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.

Protestas
La primera protesta se inició  el 17 de febrero a las 3:00 de la tarde donde decenas de jóvenes se colocaron con carteles pidiendo la renuncia del pleno de la Junta Central Electoral. Pero ese día solo fue el inicio de semanas de manifestaciones que se intensificaron no solo en la Plaza de la Bandera, locación cerca de la sede principal de la JCE, también en gran parte del país y otras regiones del mundo, donde la población salió a las calles a defender la Constitución y sus derechos de manera pacífica.

Junto a las protestas también la población se inició con una forma más íntima de manifestación contra la suspensión de los comicios: los cacerolazos, en los que miles de personas de todas partes del país hacían sonar sus cacerolas durante un tiempo determinado.