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Avión siniestrado en Chile tuvo percance en 2016 durante el mismo trayecto

El avión de la Fuerza Aérea Chilena (FACh) que el lunes cayó al mar cuando se dirigía desde la ciudad de Punta Arenas (sur) a la Antártida con 38 personas a bordo experimentó en 2016 un problema en su tren de aterrizaje cuando se disponía a completar ese mismo trayecto, informaron este sábado fuentes militares.

El C-130 Hércules siniestrado esta semana, fabricado por la empresa estadounidense Lockheed Martin, fue adquirido por Chile en 2012 e incorporado a la FACh en 2015.

Al año siguiente, el día 22 de abril de 2016, en ruta entre Punta Arenas (3.000 km al sur de Santiago) y la Antártida, durante la aproximación para aterrizar la tripulación se percató que el tren principal izquierdo de la aeronave no efectuó su recorrido a la posición abajo y asegurado al momento de activar el tren de aterrizaje.

Ante ello, el comandante decidió retornar a Punta Arenas por razones de seguridad y dispuso aplicar la cartilla de procedimientos para la activación del tren de aterrizaje con el sistema alterno, logrando aterrizar sin problemas, detalló la FACh en un comunicado.

El vuelo actual despegó el lunes a las 16.55 hora local (19.55 GMT) de la base militar de Chabunco, en Punta Arenas, y perdió el contacto cuando le quedaban cerca de una hora y 500 kilómetros para aterrizar en la base Presidente Eduardo Frei Montalva, una de las más importantes del continente helado.

El avión, que tenía combustible para mantenerse en el aire hasta las 00.40 hora local (03.40 GMT), trasladaba personal que iba a hacer tareas de mantenimiento en la base, entre ellas un tratamiento anticorrosivo de sus instalaciones, además de revisar el oleoducto flotante que abastece de combustible a la zona.

Los primeros restos de la aeronave se encontraron el miércoles en las aguas del mar de Drake, que separa Suramérica del continente helado y cuyas aguas están consideradas unas de las más turbulentas del planeta, y posteriormente se informó del hallazgo de restos humanos.

La FACh informó que es “prácticamente imposible” encontrar supervivientes dadas las “condiciones” en las que estaban los restos humanos hallados hasta el momento, que este viernes fueron trasladados a Punta Arenas para someterles a pruebas de ADN y proceder a su identificación.

Las labores de búsqueda continúan ahora unos 105 km al sur de los hallazgos anteriores después de que se detectaron distintos elementos en el mar.

A bordo de la aeronave viajaban 38 personas: 32 militares de las FACh, tres miembros del Ejército y tres civiles, de los cuales dos eran trabajadores de la empresa de ingeniería Inproser y otro era estudiante de la Universidad de Magallanes.

El Gobierno chileno decretó un duelo nacional de dos días por las 38 personas que iban a bordo del avión, que rige a partir de este sábado y hasta el domingo 15, en los que se izarán a media asta la bandera nacional en las sedes del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y además se suspenderán los actos de Gobierno que revistan carácter de festejo.

El accidente es la peor tragedia aérea en el país desde 2011, cuando cayó al mar un avión con 21 personas que se dirigía al archipiélago Juan Fernández, unos 670 kilómetros de distancia de la costa chilena, cargado de ayuda humanitaria para su reconstrucción tras el terremoto de magnitud 8,8 de 2010.