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Leyes más severas en AL, pero igual matan a mujeres

Matar a una mujer puede llevar al responsable a prisión perpetua en Argentina o a cumplir una condena de hasta 60 años en México. En Guatemala implica hasta 50 años de cárcel, 41 en Colombia, 40 en Honduras y no menos de 12 en cualquiera de los 17 países de América Latina que han tipificado el delito de feminicidio. Pero aún con castigos tan altos, en el subcontinente están 14 de los 25 países más violentos para las mujeres.

Ha pasado casi una década desde que la región comenzó a tomarse el tema en serio, al menos desde la legislación. Sin embargo, “la realidad es una sola: nos siguen matando”, denunció Ada Beatriz Rico, directora del Observatorio de Feminicidios de Argentina y presidenta de la organización civil La Casa del Encuentro, la más relevante en la protección de las mujeres.

Su diagnóstico este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, es simple: “Tenemos las mejores leyes de la región, pero falla su implementación”.

La figura del feminicidio

Latinoamérica comenzó a sancionar normas en materia de género en la primera década de los años 2000 a las que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) llamó “de primera generación sobre violencia doméstica o intrafamiliar”. A partir de 2010 empezaron a germinar las reformas penales para crear la figura del feminicidio.

Guatemala y Chile fueron la avanzada en 2008 y 2010, respectivamente. El feminicidio se castiga en Argentina desde 2012, en México, Bolivia y Perú desde 2013; en Ecuador y Venezuela desde 2014, y en Colombia desde 2015.

Cuba y Haití son los únicos que carecen de un tipo penal específico para las muertes violentas de mujeres con componente de género y éstas se tratan como homicidios agravados.

Esa armadura legal rige un territorio de 640 millones de habitantes donde las muertes de mujeres se cuentan por hora: una mujer es asesinada cada 38 horas en Venezuela o en Ecuador, por ejemplo.

En México, 3.750 mujeres fueron asesinadas en 2021, de las que 1.004 fueron clasificadas como feminicidios, según datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Y hasta septiembre de este año ha habido 695 feminicidios, cifra por debajo de los 736 del mismo período del año pasado.

Marchas contra violencia Han pasado casi dos años desde que Katty Muñoz inició la batalla más dura y dolorosa de su vida: exigir castigo para el feminicida de su hija asesinada en Ecuador.

Este viernes, Día Internacional de la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, se levantó muy temprano para acudir al tribunal donde se realizaba la tercera audiencia de la demanda de fraude procesal que interpuso en contra del esposo de su hija Lisbeth, prófugo de la justicia.

El juicio por feminicidio está suspendido porque la ley no permite juzgar en ausencia al procesado.

Este 25 de noviembre la ecuatoriana saldrá a manifestarse contra la impunidad. “De qué no violencia hablamos si no hay respeto por la vida de la mujer, no hay derecho a la justicia… si todos los días matan mujeres”, se quejó.

Justo este viernes, pero en México, fue encontrado el cuerpo de la abogada y activista feminista Grisell Pérez Rivera desaparecida desde 2021, según el comunicado difundido por la Red Nacional de Defensoras de los Derechos Humanos. Hay un detenido como presunto responsable de la desaparición y asesinato.

En el texto la Red exigió un “proceso penal con estricto apego a los estándares de perspectiva de género y derechos humanos”.

En Colombia las mujeres saldrán a protestar desde la media tarde en puntos emblemáticos de Bogotá como el Monumento a los Héroes y la Universidad Nacional. En Santiago de Chile será al atardecer en Plaza Italia, una céntrica zona a menudo escenario de protestas.