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Abren carpas para que parturientas no estén a la intemperie en Maternidad

Las autoridades de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia han implementado medidas para buscarle una salida  al “calvario” que sufren embarazadas y familiares que esperan cada día en las calles y aceras del centro hospitalario.

Tras los reportajes de Listín Diario que mostraron la realidad y dieron a conocer las quejas de los que aguardan en el exterior del centro hospitalario, el doctor  Jorge Arturo Jiménez, director de la Maternidad, dijo que fue ampliado el horario de visitas y se colocaron dos carpas, una en la parte de consulta externa, y otra cerca de la puerta principal, donde se aglomera el mayor número de familiares de pacientes.

Jiménez atribuyó las aglomeraciones a una sobredemanda, generalmente de parturientas extranjeras y a que cada paciente va hasta con cuatro familiares, donde solo se les permite entrar con un acompañante.

Dijo que diariamente dan a luz entre 60 y 70 mujeres en esa maternidad, de las que alrededor del 30 por ciento corresponde a extranjeras.  Indicó que ya los familiares no estarán en las calles ni aceras. “Lo que pasa es que se ve mucho porque cada paciente va con tres y cuatro familiares. La medida es colocar carpas dentro del área del hospital para que los familiares se queden esperando hasta que los pacientes están en el interior del hospital”, añadió el facultativo.

Explicó que en lo adelante las visitas serán de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, para que se pueda respetar el protocolo  de prevención por el nuevo coronavirus.

Al ser preguntado si tienen casos de embarazadas con Covid-19 en la Maternidad,  dijo que no, porque la mayoría de las  parturientas  recibidas allí son “sanas, de las consultas de nuestro hospital”.

“Cada paciente va con tres y cuatro familiares, imagínate como ha aumentado la demanda al hospital, que está trabajando con todos los departamento casi a capacidad completa”, explicó.

Embarazadas se quejaron por las muchas horas de espera para ser atendidas durante su cita,  y los familiares mostraron desesperación porque no sabían el estado de aquellas que habían dado a luz.